Las personas que trabajaron para la construcción del estadio tuvieron que tirar miles de carros cargados de tierra, gravilla y arena para rellenar el lugar, tapando las superficies cubiertas de agua y barro. Finalmente, el 4 de marzo de 1928 se inauguró el estadio conocido como la «Doble Visera», el primer estadio de cemento en Latinoamérica. Después del alambrado, se inició la obra de construcción de la tribuna de cemento, algo considerado increíble para la época, ya que era un material costoso.