Como exigen las normas de la LFP, los jugadores de la primera plantilla deberán llevar los dorsales del 1 al 25. Del 26 en adelante serán jugadores del equipo filial. Tres años más tarde, en 1979, el IFK contrató a Sven-Göran Eriksson como entrenador. El IFK descendió a la Superettan y, a diferencia de descensos anteriores, no hicieron un retorno inmediato.