El motivo fue el anuncio de la subasta de su famosa camiseta azul rey, con la que marcó dos goles históricos a Inglaterra en los Cuartos de Final del Mundial México ’86: «La mano de Dios» y «El Gol del Siglo». A la par de esta «lealtad dividida» la ciudad de Éibar se caracterizaba por un apoyo y seguimiento muy importante al equipo local, la SD Eibar, que logró competir durante casi dos décadas consecutivas en Segunda División, luchando contra equipos de localidades mucho más grandes que Éibar y con presupuestos mucho mayores.